jueves, 25 de abril de 2013

Extínganse sin extintores



Extínganse sin extintores, todas esas especies protegidas que cuestionan a las mansedumbres.
Aniquilen las caricias bajo el mantel, los guiños de ojos, los trucos de magia y los sortilegios .
Estás implicado, no puedes ya desvincularte, continúa con el exterminio. Juega a derribar a esos recién nacidos dispuestos al amor más enamorado de sí mismo.
Si me obceco puede que te muerda tan hondo que no recuerdes ni tu sentido. Desde la salud más saludable, desde el vampirismo más cotidiano... por ahí van paseando, las calles están llenas. ¿Quién quiere paz cultivando ostras en el infierno?
Relamo todas las perlas y por descuido voraz me trago la más negra. ¿A qué viene este ansia? Fumen cincuenta paquetes de cigarrillos al día y digan que todo está bien, que todo va bien, que el cordero está en su punto.
¡El aburrimiento no existe! Bájense los calzones, las bragas y las pieles olvidadas... oscúltense, sólo para recordar que algún día fuisteis algo más que una hora perdida, algo más que un sudoku.
Con la lengua... con la lengua no se habla, con la lengua se saborea, con la lengua se distingue la palabra rancia de la caricia fecunda. Saquen la lengua y depositen en ella un céntimo viejo, con paciencia eyacularán billetes de 7 euros con las esquinas quemadas.
Sin escudos, ni lectores ni juegos, simulando la difusión y el  lugar que en el mundo te corresponde.

lunes, 15 de abril de 2013

Nota teatral



La voz siempre pretende. Lo que uno dice debe ser al menos oído, si no se aborrece. El que escucha se queja porque no oye, porque, pese al giro del cuello y el direccionamiento de la oreja hacia la fuente de sonido, sigue sin oír.
Si el que ve ha de dejar de mirar para oír... mal asunto. El esfuerzo del que ve y escucha está en otro lugar, más allá de los sentidos.

jueves, 4 de abril de 2013

Islas con deseos de ser penínsulas



Bajo el cielo un sombrero, y bajo el sombrero un retrato.
Voy a invitar al desvarío de tus ojos accidentales a colonizar mis arbustos frutales.
Voy a pedirle a mis dientes que no choquen por las noches y que mi lengua se mantenga entre ellos.
Voy a ir a tu oreja a través de tu ojo para después instalarme en tu silencio.
¿qué soy? ¿qué soy? Soy el crimen de la insatisfacción, la salida de emergencia, la silla de montar, la noria, el pony, la comba, la bañera, y la ramera por la que todos ruegan.