miércoles, 20 de marzo de 2013

Impar


Los dedos entraron en combustión.
                                                Acuchillando palomas
aquí o en Japón
                    te persigue la ruina
                                                    siendo el pelo que perfila la almohada
siendo Sujeto sin Sujección
                                        lo que amas es el lenguaje, nada más
Día tras día se levantaron con el mismo ánimo: el ánimo de volver a acostarse.

jueves, 14 de marzo de 2013

Ficción: recuerdo de recuerdo de recuerdo de recuerdo


Acabó siendo casi todo lo que había deseado en algún instante. Los olvidos no existieron jamás, siempre supo que él no tenía memoria porque ÉL era memoria.
Buscaba la euforia, el reconocimiento de los muertos que le habían merodeado durante los dos últimos años, y la perspectiva del universo.

No había reconciliación, la disputa era entre demasiados magos, recordaba por Valery aquel cuento que en mi boca amamantaba serpientes, queridos oyentes extásicos, el zorro acabó devorando a la gallina habiendo sido en sus orígenes un anillo en dedo de princesa. El microbio fue inconcebible aunque también las formas eran ilimitadas. Todas las formas en una conjura.

Ahora, a solas, lamento los ratos en los que he sido roca y amante muerto. Los azotes...
¡Qué mi vida sea! ¡Qué mi vida despierte besos! ¡Qué mi vida muerte sea!
Abramos los cordiales intestinos.

El sexo se inició consciente de su fin, necesitaba caer en abismos, desmelenar el jinete, un acto de succión, un vértigo... Estábamos ambos pendientes. Deseaba que tocaras mi inmenso cuerpo confundiéndolo poco a poco con un mar indivisible, con un amalgama salina, un Todo Extásico. Cumbre tras cumbre... Mi disposición era torpe y escondía mi cuerpo pieles jamás tocadas. Pieles jamás tocadas. Nunca se crece ni se dirige uno hacia algo que no se acabe. Finalizar como constancia. Finalizar canciones, gemelos, y matrimonio. Finalizar palabras, rostros y pantalones. Finalizar con estrépito o en silencio.
Finaliza si no impulsa por el tallo... a Dylan con Visor.

lunes, 11 de marzo de 2013

Coles de Bruselas


Replegarme, volver a los sillones pomposos y a las camas heladas.
Recordar que tengo veinte hijos y que morí de sobredosis:
Me espera tanta gente... treinta llamadas perdidas y cincuenta citas atrasadas, ocho comidas pendientes y siete amantes demasiado expectantes. Tengo que, tengo que, tengo que. Los megalomaniacos también responden a otros nombres.
Ese repertorio de negativas, esa pala penetrando en la tierra una y otra vez.... Surquen en las baldosas de la cocina todas las esquelas que están por venir.
Aquí la rabia del hastío, lo imperturbable, nadie pone a nadie en su lugar... yo elijo las negras y tú las blancas, Fando y Lis, Ying y Yang, Pin y Pon.
Lo verdaderamente grotesco es la necesidad de comunicarse cuando no hay nada que comunicar, sólo la fatalidad del riñón consumado y la roja sangre bombeando bajo las zonas erógenas.
La obscenidad está al caer, ya llama al telefonillo y va a subir, viene descalza y con las uñas largas, apretando todos los timbres y llamando a las cosas por su nuevo nombre.
Porque nuestros ojos miran tras las pantallas y con lupa encuentran el éxtasis en lo más recóndito, en lo más profano, en la noche de los órganos.

viernes, 8 de marzo de 2013

TEXT Í KULAR


El accidente remendaba mis pieles olvidadas y tú querías todo el amor que la noche despellejaba.
Waiting for the waiter! un café y un croissant! ¿Cuántos años esperando con la mueca tiesa? ¿con el pánico aconteciendo?
Mr Tim se encontró con Mrs Tina y, pese a que se conocían, no se saludaron por temor a reconocerse. Uno tras la estela, otro cometa en llamas.
...y la lluvia no caía, y la contención se convirtíó en vejiga en dónde plantar un pequeño huerto de tomates y calabazas...
INSTALÁNDOSE EN LA IRACUNDA ALGARABÍA DE LAS MIRADAS CANCERÍGENAS.

miércoles, 6 de marzo de 2013

Digo y hago, hago y digo


Segundo a segundo alguien se somete, alguien dice sí cuando debe decir sí, alguien se equivoca, alguien pierde el tiempo.
Para allanar un terreno se suele usar una apisonadora, y para fumigar un campo una fumigadora... así parecen ser las cosas.
Siempre has estado ahí, siendo testigo de la resignada lejanía que hay entre las palabras y el mundo que éstas evocan. ¿Para cuándo la literalidad? De nuevo murió la metafora y ahora la palabra comulga con la carne. Cuando digo digo y dónde digo Diego digo digo.